Dada la creciente importancia de la
región caribeña que separa Norteamérica de Sudamérica, era de esperar, que
representantes del Sistema de Integración Centroamericana (entre los
que se encuentran: El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá
y Guatemala) hayan anunciado recientemente su deseo de acelerar las
negociaciones para conseguir la unión aduanera entre los países de la región y
lograr, por esa vía, un mayor crecimiento del PIB de los países de la región.
No es la primera vez que se
concentran esfuerzos para asegurar el avance de este asunto concreto, desde la
creación en 1960 del Tratado General de Integración, los países centroamericanos
han realizado diferentes movimientos para alcanzar un proceso de integración
económica que daría como resultado una unión aduanera que facilitaría los
procesos logísticos aunque por diversas circunstancias hasta la fecha no se ha
obtenido una cohesión absoluta entre estas naciones en cuestiones aduaneras.
Al fin parece más una realidad que
una utopía, y es que la existencia de un solo bloque aduanero desde la frontera
de México hasta la frontera de Colombia permitiría
a esta región convertirse en el centro logístico más importante del continente
americano. De acuerdo con un estudio de la CEPAL (2011), desde la suscripción
en 1960 del Tratado General de Integración hasta el inicio del Acuerdo de
Asociación con la Unión Europea en 2010, los países centroamericanos han
reiterado su intención de avanzar en el proceso de integración económica. No
obstante, el grado de implicación y compromiso con la propuesta es desigual
entre los países integrantes de la región, influenciado notablemente por el
entorno general bajo el cual se halla cada uno de ellos y principalmente por
las características internas y la coyuntura de cada uno.
De ahí la estrategia (en mi opinión
muy acertada) que comenta en una reciente entrevista Alden Rivera, Ministro de
Desarrollo Económico y representante de Honduras, que explicaba que después de
que Honduras y Guatemala establezcan la Primera Unión Aduanera y el resto de
los países de Centroamérica se vayan sumando de manera progresiva en atención y
reconocimiento, una Centroamérica unida representará mucho más de lo que representan
los países en forma individual y sería posible llegar a construir la “quinta
economía más importante de Latinoamérica”.
Con instrumentos como la unión
aduanera, proyectos como la ampliación del Canal de Panamá, el Corredor
Logístico de Honduras y la perspectiva de un segundo canal interoceánico en
Nicaragua, la región reúne el potencial necesario para convertirse en el centro
logístico más importante del continente, una región por donde pasa
aproximadamente la cuarta parte del comercio global entre el continente
americano, Asia y Europa.
JUAN ESTEO GARCÍA-ZOZAYA
GRUPO D5
Fuentes:
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