El pasado viernes, 13 de marzo, la Oficina del Parlamento Europeo en España acogió un foro de debate sobre la última propuesta legislativa para eliminar las actuales barreras en la consecución del Cielo Único Europeo.
Se trata de un ambicioso proyecto que, de completarse, permitiría
ahorrar unos 5000 millones de euros al año en costes de gestión del
tráfico aéreo en Europa.
En el foro intervinieron el ponente del informe Cielo Único
Europeo en la Comisión de Transportes y Turismo del Parlamento Europeo,
el eurodiputado rumano Marian-Jean Marinescu, así como los representantes españoles en dicha comisión, Luis de Grandes, Inés Ayala e Izaskun Bilbao.
Marinescu recordó que en la implementación de este proyecto se está
contando con la voz de múltiples sectores: Gobiernos, administraciones,
proveedores de servicios, controladores aéreos, aerolíneas, aviación
civil y militar, pero, insistió en que «lo más importante en el debate
sobre el Cielo Único Europeo es el pasajero y no debemos olvidar que
cada año vuelan 600 millones de pasajeros y que existen 200.000 empleos
directos en los aeropuertos europeos».
Se trata, según recordó Marinescu, de «uno de los grandes retos para crear una Europa verdaderamente conectada»,
pero «hace falta voluntad política de los Gobiernos». Insistió en que
«necesitamos el desarrollo de una industria competitiva y adaptada a los
cambios tecnológicos» y que se quede al margen el debate de la
soberanía del cielo «porque no es el momento» de crear polémica.
Algunas cifras
El director de Aviación y Transportes Internacionales de la Comisión Europea, Maurizio Castelleti,
ofreció algunos datos sobre el progreso de la implantación del marco
legislativo en los últimos años: la tasa del precio de ruta entre
2009-2015 se ha congelado; en 2014 se obtuvo el mejor resultado en media
de demora en la UE (30 minutos) y entre 2012-2014 se han reducido las
rutas en un 18% que se traduce en una aminoración en la emisión de
gases.
Si las fronteras terrestres prácticamente desaparecieron con Schengen, no ocurre lo mismo en el espacio aéreo.
En la actualidad, el cielo europeo se encuentra fragmentado en 31
países, con sus correspondientes áreas de control, lo que se traduce en
importantes costes fruto de duplicidades en la gestión del tránsito
aéreo. Esto implica, por ejemplo, que un avión que salga de Madrid con
destino a Estocolmo es sometido a la supervisión de varias compañías
nacionales de control aéreo, cuando esta misma función la podrían
cumplir apenas dos.
Si se tiene en cuenta que cada día sobrevuelan Europa 27.000 aviones,
que son controlados por 17.000 controladores distribuidos en 66 centros
de control de 31 áreas geográficas, el resultado es «abrumador», según
lo califican fuentes del Parlamento Europeo: se estima que el cielo
fragmentado europeo supone anualmente unos 5000 millones de euros de
coste adicional, con el consecuente impacto en el precio final del
billete.
Isabel Puente Mingo
Fuente: http://www.logisticaprofesional.com/es/notices/2015/03/el-cielo-unico-europeo-ahorraria-5000-millones-anuales-en-gestion-del-trafico-aereo-51101.php#.VQhmCeFLEnM
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