Los
procesos de logística y transporte ocupan cada vez más un peso mayor dentro de
la actividad de la empresa, hasta el punto que incluso se crean departamentos
dedicados exclusivamente a este ámbito. Para que una empresa lleve a cabo esta
función eficientemente, es necesario no solo un profundo conocimiento de las
necesidades técnicas de la carga y medios de transporte, sino una planificación
adecuada a cada caso y una comunicación fluida entre los departamentos
involucrados. Sin embargo, en ocasiones este objetivo es difícilmente
alcanzable para las empresas, sobre todo las Pymes, que no gozan de una
trayectoria extendida en el tiempo y en ocasiones no son buenas conocedoras del
modus operandi de las actividades logísticas. Incluso entre las empresas
dedicadas de forma específica a la logística, existen algunos errores que se repiten
y que acaban repercutiendo en el cliente. A este respecto, la Revista Logistec
ha realizado una encuesta a sus lectores averiguando cuáles son los errores más
comunes de las empresas. Los errores son: visión individual, excesivos
recortes, obnubilación tecnológica, control de inventario, no decir la verdad
al cliente, costos del transporte y falta de planificación. A continuación voy
a intentar relacionar estos errores con el contenido de la asignatura y lo que
hemos aprendido de ella.
En
primer lugar, en ocasiones se tiene una visión demasiado individual de las
actividades logísticas, en lugar de comprenderlas de forma integrada mediante
un enfoque holístico que involucre a todas las áreas de la empresa. A modo de
ejemplo, encontramos algunos de los casos vistos en clase en los que un exceso
de carga ha ocasionado sobrecostes e incluso ha imposibilitado la carga en
aviones por exceso de altura debido a la falta de coordinación entre áreas. La planificación
es, en este sentido, básica para realizar la tarea con éxito y debe ser llevada
a cabo con un flujo de información adecuado, tal y como se define en el propio
concepto de logística.
En
segundo lugar, el menor volumen de actividad económica en nuestro país ha
llevado a algunas empresas a recortar gastos dedicados a actividades como la
promoción de ventas o la logística, puesto que a corto plazo se requiere
ajustar el presupuesto. Sin embargo, a la larga es un hecho que un proceso
logístico bien planificado ayuda no solo a ahorrar costes, sino a evitar
errores. Por otra parte , los profesionales
en el sector, a veces tienden a competir por precio, conteniendo el gasto en
servicios y calidad. Este hecho se refleja en un peor servicio al cliente, que
implica la no consecución de aquellos objetivos vistos durante el curso:
certeza del servicio, confiabilidad, flexibilidad, aspectos cualitativos del
mismo y mejora continua.
La
fascinación por la tecnología es otro de los puntos en los que a veces fallan
las empresas. Es cierto que la tecnología es un elemento clave, y cada vez más
importante, en materia de transporte y logística (tanto que así lo recogen los
nuevos Incoterms de 2010) y ha facilitado tanto los trámites administrativos
como el seguimiento de las mercancías enormemente. Sin embargo, ésta no ofrece
soluciones mágicas a todos los problemas y muchas veces serán insuficientes por
si solas para la gestión de la logística.
Otra
de las variables importantes en este ámbito es la exactitud en el inventario.
El control de inventarios es, como ya hemos visto, un elemento esencial en el
proceso logístico. Para ello, se han perfeccionado instrumentos de control de
entrada y salida de los almacenes. Además, en el transcurso de la asignatura
hemos visto algunos de los elementos más importantes a la hora de estudiar el
almacenaje idóneo. A ello hace referencia, por ejemplo, el que se clasifique la
mercancía en función de ciertos parámetros como su valor y peso y también se ha
recomendado el tipo de almacén mecanizado de cara a garantizar un mejor trato y
control de la mercancía gracias a la robótica y la informática centralizada.
Ser
transparentes con el cliente es otro de los puntos importantes en el servicio
de las empresas dedicadas a la logística. Al igual que en el caso del ahorro en
los gastos, puede que una excesiva voluntad de obtener beneficio nos lleve a
anteponer el plano comercial y no informar al cliente con exactitud con el fin
de que contrate el servicio. Sin embargo, es importante mantener un enfoque de
calidad en el que prime la seguridad y la certeza; de lo contrario, podría
afectar no solo a la satisfacción del cliente, sino a la imagen de la empresa.
Es
también fundamental tener un amplio conocimiento del coste y el tiempo
requeridos. Parece obvio que para ofrecer un buen servicio es imprescindible
conocer con exactitud estas variables, así como el tipo de mercancía, el medio
de transporte, la capacidad de carga y otros aspectos técnicos, ya que de ello
dependerá en buena medida el correcto desempeño de la actividad. A este
respecto, las empresas con menor trayectoria pueden encomendar estas tareas a
profesionales del sector como operadores de transporte o logísticos, siempre
que las actividades que se deben llevar a cabo rebasen sus conocimientos.
Por
último, la planificación debe ser uno de los pilares básicos de la logística,
no solo porque permite generar mayores sinergias y aprovechar eficientemente
las operaciones, sino porque permite contar con alternativas de actuación ante
sucesos inesperados.
Es
por todo ello que las empresas, tanto aquellas dedicadas a la logística como
aquellas de alcance general, deben prestar atención al proceso en su conjunto
y, en aquellos casos en los que no se cuente con la experiencia necesaria, se
deje en manos de profesionales, que en ocasiones incluso permitirán aprovechar
su posición para conseguir unos costes y unos plazos más reducidos, con
beneficio de ambas partes.
Fuentes:
http://www.revistalogistec.com/index.php/supply-chain-management/380-estrategia-logistica/1179-siete-pecados-capitales-de-la-logistica
http://www.gestiopolis.com/canales2/gerencia/1/geslog.htm
Miquel Estelrich
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